miércoles, 22 de abril de 2009

EL PODER DE LA PALABRA VS EL SABER CIENTÍFICO Y CULTURAL

Diversos autores apoyan el poder de la palabra enfocado en la motivación e influencia del subconsciente, la ciencia apoya el conocimiento real, objetivo y concreto. Un ejemplo es el discurso del “Poder de la Palabra”, cuyo autor (Guillermo Villaríos) toma una posición bastante radical con respecto a la influencia de las palabras, principalmente considera que la palabra lo es todo, en la memoria todo lo dicho permanece, lo que en cierto punto no tiene fuerza… muchas veces podemos comprobar que lo escrito perdura pero las palabras se olvidan. Otro punto cuyo autor recalca es al momento de describir el papel de los pensamientos y las palabras (manifestaciones de dichos pensamientos) en el comportamiento, destino, programas mentales y sentimientos del individuo como un todo indivisible lo cual es indiscutiblemente falso; Las personas pueden tener ciertos programas y sentimientos, pero no necesariamente han de manifestarlos en su comportamiento y por tanto no pueden alterar su destino. Además el destino no lo define el optimismo al elaborar los mapas mentales sino por la claridad y precisión al elaborarlos. Además de esto da importancia a cuidar la simplicidad de la lengua hablada, sin considerar antes que muchas personas tienen distintos puntos de vista y diversas formas de manifestarlos, dando como ejemplo el uso lingüístico del español en las naciones latinoamericanas dando a entender un gran descuido en la utilización de la misma, solo al mencionar la capacidad de usar varios términos para definir una misma realidad, sin ser signo real de descuido; al contrario es muestra de la riqueza cultural y gran habilidad comunicativa de las sociedades latinoamericanas, que aún teniendo formas diferentes de describir la realidad, se entienden y generan conceptos innovadores.
Podemos concluir que tanto la palabra hablada como escrita tienen similar importancia, sin embargo ambas deben tomarse según lo objetivo y concreto, el optimismo y pesimismo no alteran el destino. Teniendo en cuenta lo anterior podríamos considerar la posibilidad de integrar éste conjunto lingüístico en un todo, lo que podemos lograr en la cartografía metal al combinarla con un texto lineal, constituyendo ideas-conceptos a la par estimulando la capacidad de la palabra a la hora de explicar y argumentar. En el punto de la argumentación podemos apoyarnos en autores como Miguel de Zubiría, cuyo compendio “Las seis lecturas” nos permite identificar y reconocer metódicamente cualquier texto tomando como estructura máxima el “ENSAYO”. A continuación un pequeño diagrama de las seis lecturas.

9 comentarios:

  1. Rubén, me parece muy interesante su punto de vista. Cuando Guillermo Villarios se refiere a las palabras, piensa que estas afectarán nuestro entorno sólo al pronunciarlas. Los seres humanos SI tenemos el poder de cambiar lo físico, pero mediante herramientas como la ciencia es que esto se puede. La palabra posee un gran poder en cuanto a caracter emocional y motivacional, y por ello no se le debe quitar importancia.

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  2. Rubén gran artículo, realmente le diste al tema un enfoque muy interesante!!La palabra tiene un gran poder y es importante para nuestra vida porque de una manera u otra influye en nuestra manera de afrontarla, pero hay que tener cuidado de no considerarla como un todo indivisibley el único condicionante de nuestro destino, porque este depende también de muchos factores como las situaciones que se nos presenten y el medio y la sociedad en el cual nos desenvolvamos.Además como túmismo expones, existen otras herramientas como la Ciencia que nos pueden ayudar a transformar nuestro presente y nuestro futuro!!!

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  3. Es muy importante el análisis que usted hace al mencionar que hay sentimientos que no se expresan en el comportamiento y por ende, no pueden afectar nuestro destino. La palabra como tal no es poderosa, esta puede tener muchos significados, el poder lo tiene el sentido que esta tenga en un contexto determinado. Con base en el mapa conceptual, me quedo claro algunos aspectos que no entendía.

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  4. La palabra tambien se escribe Rubèn, y la escritura se tranforma en palabras, por eso no es seguro decir que todas las palabras se olvidan; no entendi mucho la relacion que haces con el optimismo y los mapas mentales, asi que te agradeceria que me lo explicaras. Concuerdo con nuestra riqueza cultural, es tan variada y tan simbòlica que criticarla seria nefasto, al contrario sòlo cabe admirarla, pero no al extremo de considerarla ùnica y superior.

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  5. Tu apresiacion con respecto a que las frases habladas se olvidad con facilidad, no es del todo cierta pues a mi manera de verlo, ello depende de la intensidad y del choque emocional que estas generen tanto en el emisor como en el receptor de las mismas, pues de alguna u otra manera ellas han de interiorizarse, fomentando cambios en el ser o de lo contrario afianzando autoconceptos propios del receptor de la informacion.

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  6. Considero valioso lo que dices acerca de la importancia que puede tener o no esto en nuestras vidas, es importante que recalcaras esto en lo referente al estado anímico de ser, cada persona debe tornarse critica al momento de interiorizar lo que el autor plantea en su teoría, esto depende en su mayoría de la formación mental que con este escrito puede ampliarse en gran medida, excelente articulo.

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  7. El ser optimista o pesimista tiene sus cosas, lo digo porque cuando digo algo mi subconciente lo recibe y hace lo posible (dentro de lo posible) para que esto se haga realidad, entonces, si digo que determinada cosa me aburre, el cuerpo comienza a sentirse indispuesto, y de alguna manera mi destino fue cambiado. Diferente caso es el de la ameba, es apenas lógico que un antibiótico las extermina.

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  8. Apoyo tu punto de vista, lo culturar y la propia personalidad influyen en las formas de expresarse oralmente, lo que hace que lo que dice Villarios no sea un verdad rotunda, sino algo incompleto y con muchas incoherencias.

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  9. Considero que a diferencia de lo que plantea el autor, las palabras no son lo único que afecta nuestro destino, es cierto que de tanto hablar se crean programas, pero pienso que los pensamientos anteceden a las palabras y los sentimientos a los pensamientos; lo primero es el corazón, que produce sentimientos, de los sentimientos en abundancia se producen pensamientos y se supone que el ser piensa antes de hablar, una persona habla para expresar lo que piensa y lo que siente, por tanto no concuerdo con el orden planteado por el autor de la charla.

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